El sinvivir (novela romántica)

Sí, soy el protagonista absoluto de esta historia. Desde el principio hasta el final. He creado mi vida. Desde el colegio, instituto, universidad, trabajo. Salí con María, luego, con Cati, ahora, estaba con las dos. Una, mi familia, la madre de mis hijos, la mujer de mi hogar. La otra, la pasión, el amor, la realización en pareja. Me ha pedido que sea de ella. Me ha pedido que la deje. Pero no quería. Aunque se lo conté. Se lo dije. Ahora, estoy viviendo en un hostal. La madre de mis hijos, rota de dolor, me ha pedido un tiempo  Que me marchase, que no quería saber más, que era la única persona por la que se desvivía, que lo ha hecho todo y más... Ha pedido el divorcio. Los papeles llegarán en unos días. Y Cati, la mujer que amo, con la que llevaba veinte años, de pareja y a escondidas, está de viaje...sin mí. Y no quiere verme, sólo, en el trabajo...

Relax Estoy muy tranquila. Sí, le quise mucho. Sí, se lo pedí. Sí, le puse en un aprieto. Pero se puede rectificar. Han sido veinte años. Más. Ya ni me acuerdo.  Sí, fui yo quien lo cambió todo, que si primero vivir juntos lo antes posible, que si luego sólo amantes, que si ahora me siento sola... Pero no estoy sola. Me tengo a mí. Y me lo merezco, por lianta. No, no debí haber hecho tanto. Inconsciencia, se dice.  Se llama así. Pero he podido salir  Sí, se lo pedí. Pero, sí, he podido cambiar de opinión. Y le he dejado. ¿Qué iba a hacer si sus hijos no me querían como a su madre, o no me iba a desvivir como esa mujer hace por él, o lidiar con sus padres que me comparaban constantemente con ella? Bah, lo mejor ha sido abandonar. Sí, fue amor. Sí, le quiero. Pero no sería como cuando convivíamos, como cuando éramos dos, como cuando sólo nos veíamos a solas, a escondidas... No, no me hubiese adaptado como ella. Y él se hubiese cansado de mí. Sí, me siento sola. O no...

Me arrepiento. Me arrepiento. Me arrepiento... Ahora lo sé todo. Me lo ha dicho. Me lo ha contado. He sido sólo un juguete, un engaño. Ha querido tener hijos, formar una familia. Y me eligió a mí. Pero hay otra. Y ella quiere estar con él. Ahora. Y él la quiere...a mí también... Pero no sabe qué hacer... ¿No sabe qué hacer? Osea, hay otra con la que se ve a menudo, frecuentemente, con ella tiene relaciones y conmigo la familia y el matrimonio... Es feliz, era feliz así, pero no sabe qué hacer... ¡Y me lo dice y pregunta! ¡Quiere a otra! Ya entiendo la falta de relaciones, de encuentros, yo soy la madre, la esposa, la que aprecia, la amiga...¡Pero no su amante! ¿Así me quiere? ¿Para eso volvió? ¿Sólo me quería para los niños y lo cómodo? ¿La familia, los amigos, los niños? ¡Ese no es el  matrimonio ni la unión por la que yo firmé!

Los niños vinieron muy pronto. Antes de lo que quería. Pero lo viví como un sueño., un cuento. Primero, que apareciese. Además, con petición y anillo, y claro, Luis no es de los que lo dice por decir. Y sí. Pero está vez, esperaba algo más pasional. Me dijo que quería que, está vez, no hiciésemos nada hasta la boda. Ese día fue estupendo, aunque, en la luna de miel, más distante. Escogimos algo de aventuras más que relax o exclusivo de placer, porque, ya que viajábamos, algo queríamos hacer y no sólo estar en hotel.  Sólo que tuve más vida sexual los años que estuvimos separados. Y es cierto, con un sólo encuentro, me quedé embarazada, y por prevención, dijo, era mejor no hacer según qué, y bueno... Es normal, por si hay alguna complicación, pero... Luego la niña, al poco de nacer. Está vez, a la primera no. Aunque costó varios meses motivarle a estar juntos. No me esperaba tan poca sexualidad. Y a veces, aún hoy, se molesta. Aunque como compañero, papá y lo demás, mi h...

Maria y yo éramos felices. Sí, lo éramos.  La pareja guapa del pueblo, los más queridos, ella la animadora de aquella manera y yo el futbolista, los dos vivíamos bien... Pero si, la Universidad lo cambió todo. Antes, tardes de estudios, sábados de fútbol y pizzas con la familia, amigos, o quedadas o fiestas en verano, algunas veces solos, y luego.... Apareció Cati. Sí, mi perfección juvenil no estaba mal, pero... La comprensión, pasión, aceptación de realidad, motivación, ambición, sueños posibles...hicieron que mi vida cambiase. Sí, quizás dejé de ver a mucha gente, también menos a mi familia, pero éramos felices juntos. ¡Lo podíamos tener todo! Y sin embargo, no quiso hijos... Y no iba a renunciar yo a ellos por una mujer que, por mucho que la quiera, es a veces muy egoísta. Así que..María... Y sí, aquí estoy, así suelen ser las noches de sábado, en las que, como antes, todo igual, excepto que ahora, no salimos tanto, y se incluyen los peques. No como cuando estoy con...