6. La amante

Recuerdo la convivencia en el piso.

Sí, éramos felices.

Sí, estábamos recién licenciados, teníamos trabajo estable, dinero, una vida de ensueño, un brillante porvenir y recién estábamos conviviendo.

Un día, un domingo, estábamos cocinando. Íbamos a ir al cine, a ver el estreno de la semana, y preparábamos un quiché de queso y jamón, delicioso por cierto, cuando...

- Ahora que estamos estables, habrá que ir planificando los hijos, con boda previa, ¿verdad?

- ¿Qué?

No era eso lo que quería. Vale, llevábamos 4 años juntos, 3 de convivencia y esperaba mucho más que una boda e hijos. Ya le dije que, aunque no era antitradicional, no era típica, pero el embarazo, la boda, ver más a la familia, depender... no era lo que tenía en mente. Sí, era, es y será el amor de mi vida, pero yo tenía planeado un futuro diferente.

-  Los niños, mejor si somos jóvenes y disfrutamos después...

- No tengo planes de dejar la dieta, el cóctel de los sábados, la píldora, los trajes ceñidos, los cursos y el máster que tengo solicitado para ser madre. 

- Pero en la empresa no pondrían "pegas", y habría que aprovechar que Lucy, Sandra y Paula se han quedado embarazadas y tenerlos juntos...

- Pues no es lo que quiero.

- Pues yo sí. ¿ No te gustaría una boda, luna de miel y unos niños guapos e inteligentes...?

- ¡No! Ahora no. Y no lo creo, para el futuro. Pensé que íbamos a ser siempre...

- ¿El qué? ¿Siempre novios?

- ¡Sí!

- Yo quiero hijos...

-  Yo no.

- Entonces...

- ... A ver... Pensemos en calma... 

- Deberíamos romper. Yo no pienso renunciar a mis sueños así como tú no quieres renunciar a los tuyos 

- No tenemos por qué romper.

- Ya. Pero tú no quieres hijos y yo sí.

- ¿Y por qué no los tienes con otra y seguimos juntos como queremos?

- ¿Tener hijos con otra y vernos de escondidas?

- Sí.

- ¿No te gustaría que lo tuviésemos todo?

- ¡Ya lo tenemos!

- La boda, niños...

- Eso tú con otra que veas adecuada. Yo quiero la pasión, la felicidad, vivir lo romántico, los viajes, la buena vida... ¡No quiero tener hijos y dejar de vivir así!

- ¿Tú crees? ¿Quieres eso?

- ¿Por qué dejar esto ahora?

- Porque para mí la descendencia es importante. 

- Conmigo no. Conmigo de novios, de compañeros de por vida, de amantes... Y con otra, la boda, los niños, la familia...

- Vale. Pero me voy a tener que ir a vivir solo.

-  ¿Por qué? Podemos seguir conviviendo hasta que te cases, sales con otra como amigos y duermes conmigo, ¡será más divertido!

- ¿Una doble vida? ¿ Me estás proponiendo que lleve una doble vida, contigo y con otra, que sea para ti exclusivo excepto para la reproducción y maternidad, y que sigamos juntos?

- ¡Sí!

- Esto no lo tenía pensado...

- Ah, pero cuando tengas hijos, si no estás disponible, que sepas que yo también iré con algún otro, aunque vuelva a ti ..

- Déjame que piense.

- Será perfecto, y seguiremos siempre juntos...- le dije.

Y, después de comer, fuimos al cine.


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